IGLESIA DE SAN JUAN
Lo MeJoR DeL RoMáNiCo a La aLTuRa
De NueStRoS oJoS

Ni los siglos ni sus obras esconden las joyas del románico-mudéjar que, con Alba a la cabeza, se reparten por las aldeas de su Tierra. Su calidad las sitúa en el centro de uno de los focos más importantes del mudéjar español, hermanado con Toro, Cuéllar y La Moraña. Alba comparte con ellos el ser uno de los primeros lugares en los que se produce la síntesis de las formas románicas y las técnicas mudéjares. Además, San Juan ilumina ese foco que inspirará la aparición de otras cinco parroquias románico-mudéjares en Alba.

Este templo se ideó con ambición, con tres naves y un triple ábside, hoy en parte oculto. Desde fuera sólo apreciamos el cuerpo central, quizá reconstruido, y el del lado sur, completamente original. En este último vemos un bello juego de arquerías ciegas de medio punto, enriquecidas con columnillas de ladrillo, y basas y capiteles románicos tallados en arenisca. Dos capiteles similares se reutilizaron en el atrio, quizá tomados de alguna de las portadas románicas desaparecidas.

A una de esas portadas pudo pertenecer la mayor de las joyas de este templo: el Apostolado. Se trata de un conjunto de esculturas de piedra, policromadas, representando a Cristo y a los Apóstoles, que encontraremos en la capilla mayor. Su belleza y estado de conservación son espectaculares; su posición, a la altura de nuestros ojos, hace irrenunciable la visita.

El resto de la iglesia nos habla de obras acometidas a lo largo de los siglos, como los restos de un artesonado mudéjar del siglo XV, la cúpula o la torre. Las sepulturas del acceso nos advierten que las viejas iglesias medievales fueron también espacios funerarios.



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