Esta exposición muestra sólo una pequeña parte de la producción fotográfica de Victorino García Calderón a lo largo de sus 50 años de trayectoria. Su obra ha sabido captar aspectos inéditos de una realidad sobre la que proyecta una mirada siempre curiosa, y en ocasiones también nostálgica, por insignificante que a priori parezca el motivo fotografiado.
El denominador común de sus imágenes, independientemente del tema abordado, es su particular tratamiento de la luz, capaz de transformar las formas y los escenarios, tal y como le enseñó su maestro Pepe Núñez. Formado en la Facultad de Bellas Artes, Victorino confiesa a su vez la profunda huella que han ejercido en su trabajo la admiración por la belleza que le inculcó su madre y el ejemplo vital de su padre, que le ha llevado a una militancia y un compromiso inquebrantables a la hora de reivindicar un mundo más justo, libre e igualitario.