Asegura el artista que su discurso lo conforman lo quinqui, lo cotidiano, la estética de lo vulgar, el fetiche del automóvil, el icono, lo friki, la cultura de masas, los grafismos asiáticos, el graffiti, el ocio, el underground, lo oculto, los símbolos y la música, un trabajo que se basa en una traducción de, mi imaginario, reinterpretándolo mediante los propios códigos pictóricos de la pintura, el grabado y la escultura, añade Perote.