Muchos Quijotes se han contado, pero ninguno como este. Los protagonistas, los Rufinos Filipinos, nuestros peculiares cómicos, aparecen en el teatro sin que el público sepa si huyen, llegan o se van. Juglares, titiriteros, actores ambulantes, de ayer, hoy y siempre, que nos transportan al mágico mundo de los libros. El Quijote será el desencadenante de un viaje por personajes, aventuras, en las que niños, jóvenes y adultos se convierten en un personaje más de esta historia inmortal.