Loterías y apuestas del estado, como un gesto de integración, decide que el sorteo de navidad de este año sea cantado por los residentes de un hospital psiquiátrico. Uno de los internos o pacientes, con unas capacidades excepcionales de calcular, en uno de los ensayos previos, advierte a sus compañeros del número que saldrá premiado en dicho sorteo. Esto pondrá en marcha la mente aguda de otro de los internos que ideará una estrategia para conseguir todas las series posibles del premio.