El belén napolitano se distingue de otras manifestaciones similares por su espectacularidad y riqueza escenográfica, conseguidas gracias a la actividad de muy diversos artistas y artesanos (arquitectos, escultores, pintores, plateros, ceramistas, sastres...) que lograron reproducir la vida popular y cotidiana de la ciudad de Nápoles como argumento básico para acompañar el acontecimiento religioso de la Natividad de Jesús. El Belén Napolitano cuenta con una única escenografía de 14 metros lineales con figuras de 30-35 cm de altura y casi un centenar de piezas con escenas de la Natividad de Jesús, Anunciación y Adoración de los pastores y Cabalgata de los Reyes Magos.