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En el paseo y como una obra más, el caminante descubrirá la antigua ermita de S. Marcos.
Situada junto a la laguna que lleva su nombre, sus muros se levantan en un paraje singular, con vistas preferentes a la Peña de Francia. Se trata de un lugar de "soberanía", como diría el poeta José L. Puerto.
Construida a principios del siglo XVIII, fue abandonada muy pronto. Durante años, sufrió el olvido y el expolio de sus piedras. Un manto vegetal cubría parte de la edificación.
Como parte sustancial del Camino de las Raíces, la antigua ermita ha sido consolidada, diferenciando los trabajos de intervención del original. Con ello se ha buscado dar seguridad al viajero y atractivo a la visita.
La ermita acoge en su interior una de las obras más sorprendentes del camino, "Asteroide S09 2010".
