Un gran juguete a escala humana construido con poleas, ejes y mecanismos movidos por los actores, constituye el espacio.
En el comienzo el mundo se pone en marcha: dos personajes (hombre, mujer, padre, madre), dan la medida del tiempo manipulando esferas, engranajes, poleas y ejes: instalan su cuerpo en el espacio que así se transforma en un objeto entre objetos. Después el juego de la vida descubre diferentes dimensiones en el transcurso de un día. Al finalizar la representación se llevará a cabo un taller participativo donde los más pequeños y sus acompañantes disfrutarán juntos del proceso teatral convertido en juego.