Carles Congost es originario de Olot (Girona) población conocida en el mundo del arte por su escuela paisajística del SXIX. De allí salió a principios de los 90 para regresar años después a sus orígenes, a una infancia y lugares vinculados con el mundo que recoge esa pintura decimonónica, que de alguna forma estará también presente en su trayectoria en vídeo.
A través de la puesta en escena de imágenes que aluden al mundo del pop, el imaginario adolescente y la cultura de masas, Congost reflexiona sobre cuestiones que recorren desde la propia práctica artística hasta fenómenos como el de la construcción de ídolos y estrellas juveniles. Considerando el problema de la comunicación intergeneracional como hilo conductor de todo.